miércoles, 4 de junio de 2014

Juan Cristóbal Cuvi Sánchez

Ecuatoriano nacido en Quito el 22 de noviembre de 1958, como estudiante de la Universidad Central del Ecuador se relaciona con Ricardo Arturo Jarrín, quien posteriormente lo invita a participar como miembro del grupo Alfaro Vive Carajo, siendo básicamente el encargado de recibir y administrar las finanzas de la organización, tanto en su cuenta personal como guardando cantidades de dinero en efectivo en su casa, para las operaciones; también era el encargado de alquilar inmuebles y conducir vehículos.

Por sus ocupaciones múltiples, Ricardo Jarrín lo contacta con otro integrante de alias “JORGE” quien le daba las órdenes directas que Juan Cuvi las cumplía, durante su permanencia dentro de Alfaro Vive Carajo, Juan Cuvi Sánchez participa en la toma del periódico Hoy con el secuestro momentáneo al Jefe de Redacción para la difusión de una proclama de la organización. El 12 de noviembre de 1984; toma de las instalaciones de DISPACIF, MOLINOS POITIER de propiedad de Novoa Naranjo.

Fue detenido el 7 de agosto de 1985 para ser investigado en relación con el secuestro al señor Nahim Isaías Barquet, habiendo resultado de las investigaciones, autor material e intelectual de dicho acto antijurídico, como miembro del grupo Alfaro Vive Carajo.

Con el fin de obtener dinero para financiar la guerrilla rural en Esmeraldas, Alfaro Vive Carajo tomó la decisión de realizar un secuestro grande, operativo del que estuvieron encargados los miembros del grupo AVC Juan Cuvi y Juan Carlos Acosta, junto con los guerrilleros Henry Guevara Sánchez, Fernando Carmona, Alfonso Benavides y Germán Sarmiento del M-19 de Colombia.


Tras un intenso seguimiento, el 7 de agosto de 1985, se logra tomar como rehén al banquero de origen libanés Nahím Isaías Barquet, quien en ese entonces era el segundo hombre más rico del país tras Luis Noboa.
           
Después de secuestrar a Isaías, los miembros de AVC y del M-19 emprendieron la retirada en dos vehículos, en el primero de ellos, fugó un grupo de apoyo comandado por Juan Carlos Acosta, quienes tenían la misión de llevar a Isaías a Manta y, en el otro auto viajaba Cuvi con varios compañeros del operativo.

Este auto tenía dañado el medidor de gasolina, situación que les obligó por seguridad a llenar el tanque en la gasolinera de Nobol, a la salida de Guayaquil. Coincidentemente, la Policía Nacional  había montado un operativo en la zona, que años más tarde, se conocería que era para capturar al violador Daniel Camargo Barbosa.

Este hecho es relatado por Juan Cuvi, “el rato en que me bajo a poner gasolina, me cae una patrulla de la Policía con armas y, como nosotros no teníamos nada, nos detienen. Los compañeros que estaban en la vía esperando, se regresan, cuando vuelven a ver qué pasó con nosotros se arma una balacera del carajo en esa gasolinera, entonces, huyen y se regresan a Guayaquil, porque presumieron que estaban cerradas todas las vías[1].

Inmediatamente la Policía capturó a Juan Cuvi y dos integrantes del M-19, siendo trasladados al Cuartel Modelo en la ciudad de Guayaquil, donde, según explica, fue torturado en reiteradas ocasiones por agentes de la Policía e Inteligencia Militar.

“A mí me torturaron 35 días, es el tiempo que estuve en el SIC, de los cuales, siete días me pasaron a Inteligencia Militar y allí me torturaron prácticamente esos 35 días. Te apalean,  te  tuercen  las  articulaciones,  te  queman  con cigarrillo, te ponen electricidad en los testículos, en el cuerpo, te ahogan, te sumergen en agua, te ponen el famoso submarino seco: te ponen una funda plástica para que te ahogues y te meten gas, te amenazan de muerte. La guindada, todavía tengo una lesión, o sea, te amarran los pulgares y te guindan a un palo, el cuerpo te va venciendo y luego te dislocan los hombros. Te dan con un palo con un clavo en la cabeza, el plantón; mientras no te torturan, te tiene o parado  o arrodillado, es más, no te dejan dormir, yo no dormí cinco días, entonces se turnan, uno te tortura de noche y otro de madrugada, y cuando no te torturan te tienen arrodillado y si te vas durmiendo te dan un palazo, me pusieron el famoso suero de la verdad, el Pentotal Sódico y te pone en un estado de aletargamiento, te amenazan que van a matar a tu familia[2].

Juan Cuvi fue trasladado al Cuartel del Ejército, 5º Guayas, y con este motivo se le hizo una revisión médica. El certificado de la misma, con fecha 12 de agosto de 1985, firmado por el doctor Freddy Garnica, médico residente, determina evidencias físicas de maltratos.

El 29 de junio de 1985; participa en la reunión con miembros del Parlamento Andino para presentar un acuerdo para la entrega de armas el 2 de agosto de 1990; viaja a Panamá juntamente con Miguel Jarrín y Édgar Frías con la finalidad de conseguir financiamiento para la campaña electoral el 4 de abril de 1991.



[1]Entrevista a Juan Cuvi, quien fuera militante del grupo armado ecuatoriano Alfaro Vive Carajo (AVC),  17 de julio de 2011.

[2]Ídem pp. 26

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