martes, 3 de junio de 2014

Creación del Sic-10

En 1984, antes de que León Febres Cordero asuma la Presidencia, la Policía Nacional  constituyó el  SIC-10, una dependencia antisubversiva que operaba de forma clandestina con el propósito de “reprimir y aniquilar a miembros de Alfaro Vive Carajo (AVC) y de otras organizaciones político militares”.[1]

De acuerdo con documentos oficiales, desclasificados por la Comisión de la Verdad, esa unidad se formó con elementos de la Brigada de Automotores que  investigaba casos especiales de tráfico y robo de vehículos. Esos miembros fueron capacitados por  instructores estadounidenses e israelitas en técnicas de interrogación y tortura.

Hasta la fecha, algunos funcionarios de ese Gobierno y altos oficiales de la época niegan la existencia del SIC-10, pero en varios oficios  constan   algunas  investigaciones, como  el secuestro del empresario Nahím Isaías, que   fueron asignadas a esa unidad, a cargo del  entonces  mayor Édgar Vaca Vinueza, quien en la actualidad es acusado por parte de Susana Cajas, Luis Vaca y Javier Jarrín e militantes de AVC, por haber cometido crímenes de Lesa humanidad en el país.

El SIC fue reforzado. A comienzos de 1985 se creó el grupo clandestino de la policía SIC-10, encargado de eliminar subversivos y aporrear opositores políticos. Entre los años 1984-1988, el Gobierno de la época le otorgó mayor autonomía para combatir al “enemigo interno”, que en ese tiempo estaba encarnado en los movimientos sociales, estudiantiles, sindicales entre otros, con el pretexto de fortalecer la seguridad nacional.

El Servicio de Investigación Criminal de Pichincha (SIC-P) creó una unidad policial clandestina denominada SIC-10 para combatir a la “subversión”. El grupo utilizó a la tortura, desaparición, violencia sexual como forma de represión.

El grupo clandestino SIC-10 fue constituido con agentes de diversas brigadas del SIC-P y el 28 de septiembre de 1985 la Institución Policial formalizó esta estructura secreta bajo el nombre de Unidad de Inteligencia Antisubversiva (UIAS).

El 14 de febrero de 1986, mediante Decreto Ejecutivo Reservado No. 1601, la UIAS fue denominada Unidad de Investigaciones Especiales (UIES). El objetivo del Gobierno de esa época fue posicionar una unidad de élite que luche contra la subversión en el país.

En su libro El Testigo el ex agente de la Policía Nacional, Hugo España, asegura que el SIC-10 operaba bajo la premisa de “destruir totalmente la subversión, que se había extendido como cáncer en todo el país”. De igual forma, manifiesta que los cursos en esta división policial eran dirigidos por instructores norteamericanos e israelitas e indica que, de forma secreta, se había subdivido en tres sectores estratégicos: SIC-10 de Quito, SIC-10 de Guayaquil y SIC-10 de Cuenca. Como puntos básicos en la formación de este grupo se puede mencionar que tenían independencia de mando y que sus integrantes participaban de forma encubierta, incluso el mismo España indica en su libro que se les entregaba identificaciones falsas y dinero extra, a más de que les pagaba la Policía Nacional, por pertenecer a este grupo. Dependían estrictamente de entidades del Estado, cercanas a la Presidencia de la República.



[1]Comisión de la verdad sí tiene evidencias que inculpan a Febres Cordero en crímenes de estado, Ecuador Inmediato, Política Nacional, 16 de diciembre de 2008.

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